domingo, 19 de febrero de 2012

Confesión nº 17

Dicen ella sueña despierta desde los 18..
La mirada perdida, la garganta seca, ojos llorosos... Le arden las noches y le escuecen las heridas, pesa lo falso, agobia todo mas que el nada, ama lo prohibido, le excita lo prohibido, muerde las tardes, y se fuma lo verde y lo marrón. Odia que la controlen, que le digan lo que tiene que hacer, odia esperar, pero le gusta que le esperen, ríe, con ganas, y sin ellas también. No se equivoca casi nunca, aunque tal vez se equivoca casi siempre, mira por la ventana, escribe en su papel mojado, con las manos frías y ese lápiz casi sin punta, y expresando en ese cacho de alma hecha papel, lo que siente, madurar con los daños, no con los años.

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